Fueron construidas a partir del año 1366 por orden del rey Pedro el Ceremonioso y conforman un recinto oval, con un perímetro de unos 1.500 my unas treinta torres. La obra original estaba hecha de mampostería y tapial. Las torres, excepto una de poligonal, son de planta rectangular, abiertas por la parte interior, y están reforzadas con sillares. Antiguamente todo el recinto estaba rodeado de un foso. Se conservan tres portales, el del Bover, el de San Jorge y el del Castlà, este abierto posteriormente.
Durante la guerra de los Segadors, en 1649, la villa fue asaltada por las tropas castellanas y una parte de la muralla quedó muy dañada. Un siglo después las torres fueron vendidas a particulares que instalaron viviendas. La recuperación comenzó a partir de 1971.